Nuestra farsa resistencia!

farsa

 

El sistema democrático y neoliberal no funciona. Hay que desmontarlo. Proceder a  desmontarlo con pasos lentos y una transición constante resolviendo las necesidades presentes con una proyección hacia el futuro.

Se han hecho muchas reformas en nombre de la democracia y el neoliberalismo, pero lamentablemente no han servido para el bien común. Solo han servido para intereses específicos de un selecto grupo.

El enjambre de opciones entre derecha, izquierda, centro derecha, liberales y demás han propuesto cambios radicales que solo han logrado dar beneficios directos a unos cuantos privilegiados, y a otros no les dejan completar sus propuestas y proyectos por afectar intereses económicos, políticos e ideológicos.

Vemos en todo esto un conflicto de EGO e interés. Donde cada vez que se construye una idea aparecen ciertos intereses que inmediatamente llevan a cabo sus ataques orales de intolerancia para una demolición inmediata.

Claro está, para muchos grupos (de derecha e izquierda), no está en sus intensiones gobernar para un bien común, sino llevar a cabo una reforma rápida e inmediata que, primero, agota los recursos del estado y no resuelve los problemas reales y de urgencia social aumentando el déficit del presupuesto nacional; segundo, solo beneficia a un pequeño grupo, no beneficia a toda la sociedad y  no hay un balance social y económico que permita ir disminuyendo la brecha entre las clases sociales.

El capitalismo está en sus peores crisis en toda su historia. Para sobrevivir ha dependido de nuestras debilidades  y llevando a cabo agendas bélicas en todo el mundo para oprimirnos y someternos a sus exigencias!

El neoliberalismo nos ha exprimido con su orden económico mundial basado en recetas económicas que se rige por la lógica: “Dar el máximo beneficio económico a una minoría al más mínimo costo, en perjuicio de millones de seres humanos”

La democracia es un sistema de gobierno que debería de permitir la libertad de expresión, acceso gratuito a educación, alimentación, energía, agua potable, trabajo digno… Sin embargo, se manifiesta el desalojo laboral, el hambre, la esclavitud laboral, las guerras.

Los gobiernos “democráticos” y los representantes internacionales (ONU, OTAN) se han concentrado en llevar miseria y crimen de lesa humanidad en las últimas 3 décadas a nuestros pueblos que sufren las miserias infernales, y a otros países.  Pero nos lo muestran como un avance de humanidad en fortaleza del derecho internacional, protección a los derechos humanos y el crecimiento económico.

Solo hay que abrir los ojos para ver la realidad.

Grandes movilización y luchas de resistencias se han llevado a cabo como forma de oposición a estos sistemas que se han establecido para el detrimento de los seres humanos; exigiendo más libertades y derechos humanos y respeto al derecho individual.

En estas movilizaciones internacionales protagoniza la izquierda, que se dirigen al pueblo trabajador y oprimido para conseguir beneficios dentro del sistema establecido. Llevan a cabo sus estrategias de marketing revolucionario, y el odio hacia el aparato de poder, desprestigiándose a sí misma.

Y es precisamente la izquierda, que habla de democracia y libertades, se ha convertido en máquina de aniquilación de todo pluralismo que impide a sus militantes a pensar por sí mism@s y formar su propia opinión; ya que excluyen y  discriminan a sus propios militantes si no se ajustan a sus consideraciones y exigencias ideológicas.

Es precisamente esa izquierda internacional, que habla de unidad, anda dividida y dispersa pensando en resolver los problemas de todos los seres humanos cada quien por su lado.

Corresponde a los seres humanos hacer frente a los problemas comunes. Estamos en crisis. Esta crisis agudiza, mientras la construcción de una herramienta para resolver nuestros problemas colectivos se quedan en solo ilusiones de cambios, en moral, ética, orgullo, EGO y nuestro complejo de superioridad!

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